En los
tiempos que corren, la digitalización de la vida y la informatización de toda
la documentación, abren un nuevo camino hacia una nueva forma de almacenamiento
de la cultura y hacia una disposición de la información más rápida y más
variada en un tiempo de record.
La literatura no iba a quedarse
atrás en este avance y nos ofrece un nuevo modelo de lectura a través de los
libros digitales. En corto, esta nueva forma de lectura significa que los
libros son almacenados en formato digital de bajo tamaño y alta calidad, que
permite almacenarlos en dispositivos electrónicos como portátiles, móviles y
los famosos eBooks. Esta nueva forma de entender la lectura nos hace más fácil
el almacenamiento, ya que podemos disponer de una amplia biblioteca en un Pen
Drive o en una simple mini SD, y por lo tanto, su transporte, ya que podemos
llevarlo en un portátil como en un teléfono.
A esto le añadimos que, al estar la
mayoría de los libros en formatos digitales y compartidos en diversas webs de
compartición gratuita, se produce una accesibilidad inimaginable anteriormente.
Todo esto, producirá un triunfo clamoroso de este nuevo tipo de lectura.
Nuevos avances que sustituyen al
envejecido libro de papel que poco a poco se ve sustituido por las nuevas
tecnologías. Pero aunque todo parecen ventajas hacia la electrónica y sus
avances, hay una cosa que se pierde con esto. El placer que da coger un libro
físico y leerlo página a página, y ver como poco a poco el número de hojas que
narran aventuras de lo mas variopintas va reduciéndonos el camino hacia un
final.
La tradición del libro en papel no
debería perderse, por muchas ventajas que tengan los nuevos modelos y formatos.
Deberían complementarse sin que uno desplace al otro, ya que esta es una vía
compatible con los nuevos avances y la lectura en papel.
Al final de lo que se trata es de
leer. Desentrañar historias escritas por alguien en algún momento y que nos
cuentan un pequeño mensaje encriptado en personajes de colores vivos o
grisáceos. Aprender de sus páginas y de sus moralejas historia, literatura,
lengua… Cultura. La transmisión del arte de la cultura escrita en papel o en
una pantalla no tiene ni precio ni discusión, ya que todo lo que favorezca que
la gente pueda acceder a ella favorece la formación de una sociedad cada vez
más culturizada, cosmopolita, diversa y formada.
