domingo, 18 de octubre de 2009

Empieza una nueva historia.

Este año, muchos jóvenes hemos realizado uno de los más grandes cambios de nuestra vida. Este cambio es la entrada a la universidad. No solo es un cambio de etapa, también de ambiente, de ritmo de vida, de compañeros y de sentimientos. La presión y la lucha por ser un trabajador competente sacan de este periodo de nuestras vidas un remolino de emociones, sentimientos y una madurez que no conociamos. Nos enfrentamos a nuestras primeras decisiones, nuestra vida empieza a ser nuestra y depende de nuestra responsabilidad y nuestra madurez. Todo este remolino de situaciones hacen de nosotros, poco a poco, unos ciudadanos responsables, consecuentes, razonables y libres de tomar nuestras propias decisiones.
Los nuevos compañeros y una nueva libertad de la que nuestros padres nos dotan, ejercen en nosotros una fuerza opositora al engorroso esfuerzo que requiere los estudios superiores pero, como diria un físico, el equilibrio entre ambas nos mantiene equilibrados a nosotros. Pero hemos de ser capaces de elegir y decidir, ya que si estudiamos un día o salimos de fiesta se convierte en decisión nuestra.
Nueva vida, nuevas emociones, nueva independencia, nuevos sentimientos desbocan el caballo de nuestro corazón y hacen que nuestro equilibrio emocional se pueda resentir. Es una época dura, pero la podremos superar con esfuerzo y dedicación, y sobre todo con la ayuda de los amigos de toda la vida.

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